El Tesoro de “La Minita”

Ovidio Andrade Méndez a sus 76 años, un hombre de trabajo, paz y familia, casado con Doña Flora Araya Núñez con quien trajo al mundo tres hijos: Sonia, Geovanni y Alexis.

El inicio de cada historia en la vida se da cuando termina un ciclo o una etapa aprendida, en el caso de Don Ovidio esa etapa fue la decisión de dejar de ser niño, querer iniciar su vida productiva y trabajar.

Desde joven su pasión por los negocios le hizo familiarizarse con los números. De la misma manera que un niño con su trompo aprende a hacer suertes y piruetas, él pudo encontrar disfrute en la lógica numeral en situaciones cotidianas, como fechas, horas y por supuesto dinero. Esta es la causa por la que el señor de la pulpería La Minita no tenga ayuda de una calculadora o un aparato electrónico para sacar cuentas y hacer el cálculo matemático del costo total de los productos que llevan sus clientes, sino que con lapicero en mano y un cuaderno de apuntes, cada número sella su valor en el papel.

-Cuentas claras chocolate espeso! En el papel la clientela ve lo que  le cobra y si gusta hasta ellos mismos pueden “sacar la cuenta”. “Ante todo la honestidad”, dice con gran sabiduría y amabilidad.

Tiempo atrás cuando estaba soltero vivió en el lugar que llaman Las Parcelas de Pacayitas, allí tuvo su primer negocio donde vendía carne y hacia sus primeras armas en el ambiente de pulpería.

Como no todo en la vida son negocios, llegó a la vida del joven Ovidio una persona que seguramente no lo dejaba sacar las cuentas sin suspirar al verla y fue así como contrajo nupcias con esa muchachita llamada Flora.

Cada vez se adentraba más en el mundo de los negocios y de la vida “seria”. Ahora ya casado y con la responsabilidad de velar por su esposa y futura familia debía tomar decisiones. Fue así como en una oportunidad compró una finca al otro lado del Río Pacuare, empezó a criar animales y a trabajar más en labores de campo, al poco tiempo llegó Sonia la hija mayor a alegrar la vida de la joven pareja.

Como hombre visionario que es, Don Ovidio pensó en la necesidad de salir de ese lugar remoto y buscar algún otro donde Sonia pudiera asistir a la escuela. Entonces decidieron vivir en San Joaquín donde sin mucho éxito financiero pusieron su primera pulpería.

-No teníamos nombre para la pulpería- cuenta Ovidio.

-Ni siquiera pensábamos en eso, no había mucha salida de los productos y el traer mercadería de Turrialba era toda una aventura. Un día no sé ni como llegó un carro repartidor de la Pepsi-Cola a ofrecer el producto y cuando hacía el papeleo el hombre me preguntó: ¿cómo se llama el negocio? Y no tuve respuesta, entonces él simplemente dijo: voy a escribir que se llama “La Minita”, porque está tan lejos y es la única que hay por aquí y además para alguien que necesite comprar por esta zona encontrarla es como encontrar una Mina de oro-.

Aunque con un nombre tan esperanzador este negocio no fue muy fructífero. Fue entonces cuando decidieron venir a Tuis. En este momento ya estaban los tres hijos y necesitaban un lugar para estudiar, además que por meses había tratado de vender dos cerdos que tenia en la finca y nadie los compraba. -Cuando me vine a Tuis vendí los dos en una semana, era una buena señal de que este era el lugar donde debía estabilizarme-.

Cambie la propiedad de San Joaquín por un camión modelo 1966. Cuando llegamos a Tuis vivimos donde hoy es el local conocido como El Burro, en barrio El Milagro y después vivimos en una casa que estaba cerca del río, no tenia parqueo y entonces dejaba siempre afuera el camión estacionado. Un día un muchacho pasó frente a la casa y me pregunto si yo vendía el camión y que si me interesaban una casa en Barrio 70, le dije que si y nos fuimos “taco a taco”, de esa manera fue como hasta el día de hoy La pulpería La Minita está donde hoy la pueden encontrar.

Hay cosas que tengo y guardo con mucho aprecio, uno es mi toca discos. En la época que lo compré, por cierto de segunda, tal vez en Tuis sólo yo y otro señor teníamos un artefacto de estos.

También el rótulo de la pulpería La Minita que está pegado en la casa me lo dio un señor repartidor de Café Triangulo en 1979. Y otra de las cosas que llevo con mas cariño es haber podido ser útil al pueblo de Tuis y haber ayudado cuatro veces desde la presidencia de la Asociación de Desarrollo, construir el Puesto de Salud y el primer Salón comunal son cosas que me llenan de felicidad recordar y poder contar a la gente.

Estos recuerdos de trabajo arduo en pro de Tuis vienen siempre ligados a mi estimado compañero y amigo Santiago Barboza quien siempre estuvo tendiendo la mano para ayudar, facilitar procesos y agilizar permisos municipales.

Don Ovidio ¿Por qué el publico debe considerar comprar en La Minita?

-Porque hemos estado en este negocio desde hace mucho tiempo y la razón de aún estar aquí es la honestidad para con el cliente.

Nuestros precios son justos, módicos y realistas para la población de Tuis.

Somos un negocio de trayectoria y hemos visto el pueblo crecer, nuestros clientes son más que eso, son familia, los hemos acompañado en su proceso de vida y nos encantaría que nos acompañen a nosotros en el nuestro.

Somos una, sino la única pulpería que aún vende de la forma en que se vendía hace 20 o 30 años atrás y sino sabe como es eso, venga y lo atendemos para que se den cuenta, dude don Ovidio con una gran sonrisa. Compren bastante y pónganme una suma bien difícil en la cuenta y verán de lo que les hablo.

Ah por cierto no aceptamos dólares porque no conozco bien esa moneda y mejor prevenir-.

“Mi mensaje para el pueblo de Tuis es que hagan todo lo posible por ser honestos y busquen de Dios para tener una vida en abundancia, tal vez no con muchos chunches pero si con mucha paz y tranquilidad que sobrepasa el entendimiento”. Ovidio Andrade Méndez

En la honestidad está el tesoro que podemos encontrar en “La Minita”.

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